Muchos propietarios de perros se enfrentan al reto de un perro excitado que muerde o mordisquea en momentos de gran energía. Este comportamiento puede ser preocupante, sobre todo cuando hay niños o visitas. Reconocer por qué los perros muerden cuando están excitados es crucial para abordar eficazmente el problema. Los perros suelen comunicar sus emociones a través de la boca, y la excitación puede dar lugar a mordiscos juguetones. Sin embargo, controlar este comportamiento es esencial para crear un entorno seguro y agradable.
Distinguir la excitación de la agresión
La excitación puede desencadenar el instinto de morder de un perro, pero es fundamental comprender que este comportamiento no suele ser agresivo. Por el contrario, suele deberse a una falta de control de los impulsos o a una alegría desbordante. Para muchos perros, sobre todo los cachorros, morder puede ser una forma de expresar entusiasmo y alegría. Aunque en un principio pueda parecer simpático, es importante evitar que se convierta en un hábito que pueda provocar lesiones o falta de comunicación.
Enseñar a controlar los impulsos
Un método eficaz para frenar el comportamiento de morder es enseñar a su perro a controlar sus impulsos. Entrene a su perro para que mantenga la calma en situaciones que suelen provocar excitación. Practicar órdenes como «siéntate» o «quieto» ayuda a su perro a controlar sus niveles de energía. Recompense el comportamiento tranquilo con golosinas o elogios, reforzando la idea de que mantener la calma es más gratificante que la excitación excesiva.
Redirigir la energía
Redirigir la energía de su perro también puede ser beneficioso para tratar el problema de los mordiscos. En lugar de dejar que salte y muerda cuando está excitado, ofrézcale un juguete para morder. De este modo, evitará morderle y dará rienda suelta a su energía. Cuando su perro mordisquee el juguete, elógielo y fomente este comportamiento positivo. Con el tiempo, aprenderá que los juguetes son el medio preferido para expresar su excitación.
Garantizar la coherencia
La constancia es crucial para cambiar el comportamiento de su perro. Asegúrese de que todos los miembros de la familia responden de forma similar a la excitación de su perro. Si un miembro de la familia permite los mordiscos juguetones mientras que otro los desaconseja, su perro puede confundirse sobre el comportamiento aceptable. Si utiliza las mismas órdenes y recompensas, su perro comprenderá mejor lo que se espera de él.
Tenga en cuenta sus reacciones
Sea consciente de sus propias reacciones cuando su perro se excite. Los perros son muy sensibles a las emociones humanas y al lenguaje corporal. Si usted responde con excitación o alegría, su perro podría interpretarlo como una invitación a morder. Mantenga la calma y la compostura para marcar la pauta a su perro y animarle a imitar su comportamiento.
Sesiones de adiestramiento para controlar la excitación
Las sesiones de adiestramiento constituyen una excelente oportunidad para enseñar a su perro a controlar la excitación. Dedique un tiempo cada día a trabajar las órdenes básicas y los ejercicios de control de impulsos. Utilice premios de gran valor que su perro adore para mantener el compromiso y la motivación. Empiece con sesiones cortas y aumente gradualmente la duración a medida que su perro se sienta más cómodo. Un adiestramiento constante no sólo frena la conducta de morder, sino que refuerza el vínculo entre usted y su perro.
La importancia de la socialización
La socialización desempeña un papel fundamental en el control de un perro excitado. Exponga a su perro a diversos entornos, personas y otras mascotas de forma controlada. Esta exposición les ayuda a aprender a comportarse en distintas situaciones y a desarrollar respuestas adecuadas a la excitación. Asista a clases de adiestramiento canino o a reuniones de juego en grupo para que su perro interactúe con otras personas en un entorno seguro. Las experiencias sociales positivas fomentan la confianza y reducen la probabilidad de que muerda.
Aplicar una estrategia de tiempo fuera
En el caso de los perros propensos a morder cuando están excitados, la estrategia del tiempo fuera puede resultar eficaz. Retire a su perro de la situación que provoca su excitación. Por ejemplo, si llegan visitas y su perro salta y muerde, llévelo con calma a un lugar tranquilo hasta que se calme. Pasados unos minutos, permítale volver y saludar a los invitados de forma más controlada. De este modo, su perro aprenderá que la excitación conlleva la retirada temporal de la diversión y se reforzará la idea de que es deseable un comportamiento tranquilo.
Control de los niveles de energía
El control de los niveles de energía de su perro desempeña un papel importante en la gestión de la excitación. Asegúrese de que su perro recibe diariamente una estimulación física y mental suficiente. Los paseos regulares, el tiempo de juego y los juguetes interactivos ayudan a canalizar su energía de forma positiva. Un perro cansado suele ser un perro más tranquilo, por lo que es menos probable que se excite en exceso y recurra a las mordeduras.
Incorporación de técnicas calmantes
Considere la posibilidad de incorporar técnicas calmantes a la rutina de su perro. Actividades como los masajes suaves, la música relajante o la designación de un espacio tranquilo pueden ayudar a reducir los niveles de excitación. Si su perro tiende a estimularse en exceso en determinadas situaciones, como los juegos o las salidas al parque canino, observe su lenguaje corporal. Sea proactivo a la hora de controlar esas situaciones; si observa signos de sobreestimulación, como jadeos o paseos, puede que haya llegado el momento de hacer una pausa.
Comprender los desencadenantes y ser paciente
Reconocer los factores desencadenantes de su perro es vital para controlar las mordeduras relacionadas con la excitación. Preste atención a las situaciones que provocan excitación excesiva y mordeduras. ¿Es cuando alguien entra en casa o durante el recreo? Identificar estos desencadenantes le permite prepararse con antelación y tomar medidas preventivas. Por ejemplo, si su perro muerde cuando llegan invitados, considere la posibilidad de llevarle con correa hasta que se calme, lo que le permitirá controlar la situación.
La paciencia es esencial durante todo este proceso. Cambiar el comportamiento de un perro requiere tiempo y un esfuerzo constante. Celebre las pequeñas victorias y no se desanime por los contratiempos. Cada perro es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Comprométase con sus esfuerzos de adiestramiento y probablemente verá progresos en la reducción del comportamiento de morder.
Si fomenta un entorno positivo y alentador y utiliza elogios y recompensas para reforzar el buen comportamiento, puede evitar los castigos por morder. Céntrese en enseñar comportamientos alternativos y recompensar a su perro por tomar las decisiones correctas. Con dedicación y comprensión, puede ayudar a su perro a expresar su excitación de forma segura y adecuada, reforzando el vínculo entre ambos.