Ver a su perra arrastrando el trasero por el suelo puede ser preocupante y desconcertante. Este comportamiento, conocido como «escabullirse», no es sólo un hábito extraño, sino que a menudo indica problemas de salud subyacentes. Reconocer las razones de este comportamiento puede ayudar a garantizar que su peluda amiga reciba la atención adecuada.
Causas comunes del desplazamiento
El desplazamiento suele indicar que algo molesta a su perro. Una de las causas más frecuentes es la irritación o molestias en la zona anal. Las perras son especialmente propensas a padecer este problema. Los problemas de las glándulas anales son una de las principales preocupaciones. Las glándulas anales son pequeños sacos situados a ambos lados del ano, y pueden llenarse, impactar o infectarse. Cuando esto ocurre, los perros pueden sentirse incómodos y arrastrar el trasero para aliviar la presión.
Otra posible causa del escurrimiento es la presencia de parásitos, como las lombrices. Los parásitos intestinales pueden provocar picores y molestias en la región anal. Por ejemplo, si un perro tiene una solitaria, puede sentir una fuerte necesidad de rascarse o escabullirse para aliviar el picor. Vigilar la salud general del perro, sus hábitos de aseo y su dieta es esencial para prevenir estos molestos invasores.
Las irritaciones cutáneas también pueden incitar al perro a escabullirse. Las perras pueden desarrollar alergias que se manifiestan a través de erupciones cutáneas o picores. Entre los alergenos más comunes se encuentran ciertos alimentos, factores ambientales como el polen o la hierba y sustancias químicas presentes en los productos de aseo. Cuando una perra tiene picores y se siente incómoda, puede arrastrar el trasero por el suelo en un intento de encontrar alivio. Identificar y tratar el origen de la alergia puede mejorar considerablemente el bienestar de su perro.
En algunos casos, el arrastre puede indicar problemas de salud más graves, como infecciones o tumores. Aunque son menos frecuentes, estos problemas no deben ignorarse. El escurrimiento persistente o los síntomas que lo acompañan, como sangrado, hinchazón o cambios de comportamiento, justifican una visita al veterinario para un chequeo completo.
El papel del acicalamiento
Los hábitos de acicalamiento también desempeñan un papel crucial en el comportamiento de desplazamiento. Las hembras con el pelo más largo alrededor del trasero pueden tener dificultades para mantenerse limpias, lo que provoca que la materia fecal se quede pegada al pelo y cause irritación. Un cepillado regular puede ayudar a prevenir este problema y a mantener limpia la zona, minimizando la probabilidad de que se escabullan. Si nota que su perro arrastra las nalgas después de ir al baño, puede que se trate simplemente de una cuestión de limpieza.
Factores de comportamiento
Algunas perras pueden escabullirse por motivos de comportamiento. La ansiedad o el estrés pueden llevar a los perros a escabullirse como forma de tranquilizarse. Al igual que los humanos, los perros pueden mostrar comportamientos inusuales cuando se sienten abrumados. Evaluar el entorno de su perro y realizar los cambios necesarios puede reducir su estrés. Proporcionar un espacio tranquilo y seguro y mantener una rutina constante puede ayudar a aliviar los comportamientos relacionados con la ansiedad.
Supervisar y tratar los problemas
Es fundamental reconocer cuándo el desplazamiento es un problema y cuándo es un comportamiento extraño. Aunque los desplazamientos ocasionales pueden no ser alarmantes, los frecuentes o persistentes no deben ignorarse. Controlar el comportamiento y la salud de su perro puede ayudar a identificar los problemas a tiempo. En caso de duda, siempre es aconsejable consultar a un veterinario.
Abordar la salud de su perro con una mentalidad holística es esencial. Las revisiones veterinarias periódicas pueden detectar posibles problemas antes de que se agraven. Un veterinario puede ofrecerle información sobre técnicas adecuadas de aseo, recomendaciones dietéticas y cuidados preventivos para mantener sano a su perro. También es importante mantener un peso saludable, ya que la obesidad puede provocar problemas en las glándulas anales y otras molestias.
Consideraciones dietéticas
Prestar atención a la dieta de su perro es igualmente importante. Una dieta rica en fibra favorece los movimientos intestinales regulares y ayuda a prevenir los problemas de las glándulas anales. Asegúrese de que su perro sigue una dieta equilibrada adecuada a su edad, raza y nivel de actividad. Si no está seguro de la dieta que debe seguir, consulte a un veterinario o nutricionista.
Cambios de comportamiento
Si observa que su perro se escabulle con frecuencia, lleve un diario de su comportamiento. Anote cuándo se produce el desplazamiento, los síntomas que lo acompañan y los cambios en su dieta o entorno. Esta información puede ayudar a su veterinario a diagnosticar la causa subyacente.
En algunos casos, el escabullirse puede convertirse en un hábito incluso después de resolver el problema subyacente. Si esto ocurre, puede ser necesaria una intervención conductual adicional. El adiestramiento con refuerzo positivo puede ayudar a reorientar el comportamiento de su perro para que deje de escabullirse. Jugar y hacer ejercicio con regularidad también puede reducir el estrés y la ansiedad, disminuyendo la probabilidad de este comportamiento.
Apoyo y consuelo
Ser paciente y comprensivo con su perro es crucial. Es posible que el perro no comprenda del todo por qué se siente incómodo, y escabullirse puede ser una expresión de su frustración. Proporcionarle consuelo y apoyo durante este tiempo puede ayudarle a sentirse más seguro. Pase tiempo de calidad con ella, juegue suavemente y ofrézcale seguridad.
El desplazamiento puede deberse a diversos problemas de salud, como problemas de glándulas anales, parásitos, irritaciones cutáneas y estrés. Es fundamental prestar atención al comportamiento de su perro y tomar medidas cuando sea necesario. Las revisiones veterinarias periódicas, un aseo adecuado, una dieta equilibrada y un entorno propicio contribuyen al bienestar de su perra. Si está atento a sus necesidades y aborda los posibles problemas, puede asegurarse de que se mantenga sana y feliz durante muchos años.