Viajar con un perro en avión puede ser tan gratificante como difícil. Una planificación cuidadosa es vital para garantizar que su amigo peludo esté seguro, cómodo y feliz durante el viaje. Siguiendo unos pasos bien pensados, puede crear una experiencia de vuelo sin problemas tanto para usted como para su perro.
Compruebe la política sobre mascotas de la compañía aérea
Antes de reservar su vuelo, revise la política de la aerolínea en relación con las mascotas. Cada aerolínea tiene sus propias normas sobre los viajes con mascotas, incluidas las restricciones de tamaño, las tasas y si los perros pueden viajar en cabina o deben ir en la bodega. Normalmente, los perros pequeños pueden viajar en la cabina si caben en un transportín homologado que quepa debajo del asiento. Los perros más grandes suelen tener que viajar en la zona de carga, lo que puede resultar más estresante. Conocer estas normas desde el principio es crucial para planificar un viaje con conocimiento de causa.
Prepare a su perro para viajar
Una vez confirmada la política sobre mascotas de la compañía aérea, prepare a su perro para el viaje. Llevar a su perro en trayectos cortos en coche puede ayudarle a adaptarse al viaje, reducir su ansiedad y familiarizarle con los espacios reducidos. Utilice un transportín cómodo o una jaula a la que su perro esté acostumbrado. Si no está acostumbrado, permítale explorarlo a su ritmo, añadiendo su manta o juguete favorito para crear un ambiente acogedor.
La salud y la seguridad son lo primero
La salud y la seguridad son primordiales cuando se vuela con un perro. Programe una visita al veterinario para asegurarse de que su perro está sano y tiene las vacunas al día. Algunas compañías aéreas exigen un certificado de salud expedido por un veterinario en un plazo determinado antes de viajar. Este certificado verifica que su perro está lo bastante sano para volar. Si su perro sufre ansiedad, el veterinario puede recomendarle soluciones calmantes, ya sea mediante medicación o remedios naturales.
Día del viaje
El día del viaje, asegúrese de que su perro está bien ejercitado antes de dirigirse al aeropuerto. Un largo paseo o una sesión de juegos le ayudarán a quemar el exceso de energía y a relajarse durante el vuelo. Evite dar a su perro una comida copiosa justo antes de la salida para minimizar el riesgo de mareo; un pequeño tentempié es aceptable. Asegúrese de que su perro tenga acceso a agua antes del vuelo.
Llegar pronto al aeropuerto puede ayudar a reducir el estrés. Realice la facturación y el control de seguridad sin prisas. Al facturar, informe al personal de la compañía aérea de que viaja con un perro; le indicarán procedimientos específicos. En el control de seguridad, es probable que tenga que sacar al perro del transportín mientras éste pasa por el escáner. Es fundamental que sujete bien la correa de su perro durante este tiempo, ya que puede ser un momento estresante. Tener a mano golosinas o un juguete favorito puede ayudar a tranquilizarlo.
Una vez pasado el control de seguridad, es posible que tenga tiempo antes de embarcar. Aproveche esta oportunidad para llevar a su perro a dar un paseo corto para que haga sus necesidades y queme energía adicional. Muchos aeropuertos cuentan ahora con zonas de descanso para mascotas, que alivian el nerviosismo previo al vuelo tanto para usted como para su perro.
Subir al avión
El embarque requiere mucha atención. Si su perro viaja en cabina, asegúrese de que su transportín está bien sujeto y preparado. Cuando los auxiliares de vuelo permitan el embarque, diríjase rápidamente a su asiento para minimizar el estrés de su perro. Coloque el transportín debajo del asiento delante de usted y hable a su perro con voz tranquila para que se sienta a gusto.
Durante el vuelo, mantenga la calma. Los perros perciben las emociones de sus dueños, por lo que si usted parece ansioso, ellos también pueden ponerse nerviosos. Si su perro parece inquieto, introduzca suavemente la mano en el transportín para acariciarlo u ofrézcale golosinas para mantenerlo ocupado. Evite sacar al perro del transportín durante el vuelo a menos que sea absolutamente necesario, ya que esto puede crear riesgos de seguridad.
Tras la llegada
Al llegar a su destino, dé prioridad a sacar a su perro para ir al baño. Los aeropuertos suelen tener zonas designadas para el descanso de las mascotas, así que busque estos lugares en cuanto aterrice. Tras un largo vuelo, su perro puede estar cansado y dispuesto a explorar o relajarse. Déle tiempo para que se adapte a su nuevo entorno y supervise su exploración.
Viajar con un perro puede ser una aventura maravillosa, pero es esencial estar atento a sus necesidades. Cada perro es único y sus niveles de comodidad varían. Algunos perros se adaptan rápidamente a los viajes en avión, mientras que a otros les puede llevar más tiempo. Ser paciente y comprensivo puede ayudarles a superar esta nueva experiencia.
Vigile a su perro para detectar signos de estrés o malestar tras el vuelo. Puede estar más cansado de lo habitual o mostrar signos de ansiedad en un entorno nuevo. Proporciónele un espacio tranquilo para que descanse y le ayude a relajarse. Si se aloja en un alojamiento que admita mascotas, mantenga una rutina similar a la que tiene en casa, incluidos los horarios de comida y los paseos.
Aproveche el viaje
Viajar con un perro en avión es algo más que llegar a un destino. Es una oportunidad para disfrutar juntos del viaje. Con una planificación cuidadosa, paciencia y cariño, puede crear una experiencia de vuelo segura y agradable. Viajar con su compañero canino puede dar lugar a aventuras inolvidables y reforzar su vínculo.
Tenga en cuenta que pueden surgir problemas y que muchos propietarios de mascotas se enfrentan a obstáculos similares cuando vuelan con perros. Compartir experiencias con otros dueños de mascotas puede servir de apoyo y aportar ideas útiles. Los foros en línea y los grupos en las redes sociales son recursos excelentes para ponerse en contacto con otras personas que han realizado viajes similares.
Cuando prepare su próximo viaje, recuerde que cada experiencia ofrece lecciones sobre el comportamiento y las preferencias de su perro. Con cariño y atención, la experiencia puede crear recuerdos duraderos para ambos…