A la hora de plantearse cómo recoger a un perro, hay varios factores que desempeñan un papel crucial. Cada perro es único, y conocer el enfoque adecuado puede crear una experiencia positiva tanto para usted como para el perro. Tanto si se trata de un pequeño chihuahua como de un corpulento golden retriever, la forma de levantar y sujetar a un perro influye significativamente en su comodidad y seguridad.
Observar el lenguaje corporal
Antes de intentar levantar a un perro, es esencial observar su lenguaje corporal. Los perros comunican sus sentimientos a través de la postura y las expresiones. Si un perro parece ansioso, asustado o agitado, conviene hacer una pausa y dejar que se aclimate a su presencia. Hablarle en voz baja, tenderle la mano para que la huela y dejar que se acerque a usted a su manera puede ayudar a generar confianza.
Cómo situarse
Cuando el perro se muestre tranquilo y receptivo, piense en cómo colocarse. En el caso de los perros pequeños, arrodillarse o sentarse reduce las diferencias de altura y resulta menos intimidatorio. En el caso de perros más grandes, agacharse ligeramente puede resultar beneficioso. Acérquese despacio y mantenga una actitud amable; los perros perciben su energía y una actitud tranquila fomenta la seguridad.
Levantar a perros pequeños
Para los perros pequeños, utilice ambas manos como apoyo. Coloque una mano bajo su vientre y la otra detrás de su espalda. Levántelos suavemente, manteniéndolos cerca de su cuerpo para mayor control y comodidad. Los movimientos suaves y constantes son fundamentales para evitar cualquier sobresalto que pueda asustarles.
Cómo levantar a perros grandes
Cuando levante a perros grandes, colóquese a su lado. Rodee suavemente su pecho con un brazo, justo detrás de las patas delanteras, mientras con la otra mano sujeta sus cuartos traseros. Esta técnica ayuda a mantener la estabilidad. Mantener al perro cerca de su cuerpo es igualmente importante para el control y la comodidad.
Cómo abordar la resistencia
Si un perro se resiste a sus intentos de levantarlo, reconsidere la situación. Forzar a un perro puede provocarle estrés o lesiones. En lugar de ello, acérquelo de forma positiva con golosinas o su juguete favorito. Una vez que se sienta más cómodo, puede intentar levantarlo de nuevo utilizando las técnicas mencionadas anteriormente.
Sujetar al perro
Una vez levantado, la forma de sujetar al perro es tan importante como la forma de levantarlo. En el caso de los perros pequeños, puede abrazarlos suavemente mientras se asegura de que su cuerpo está bien sujeto. En el caso de perros más grandes, mantenga un agarre firme mientras les permite sentirse relajados. Hablarles suavemente puede ayudar a tranquilizarlos y calmarlos.
Respetar las necesidades individuales
Comprender la personalidad de un perro es crucial a la hora de levantarlo y sujetarlo. A algunos perros les gusta que les cojan en brazos, mientras que otros prefieren la independencia. Respete sus niveles de comodidad y, si muestran signos de estrés -como agarrotamiento, lloriqueos o intentos de escapar-, bájelo con suavidad y déjele espacio.
Consideraciones medioambientales
El entorno también puede influir en la reacción de un perro al ser recogido. Si se encuentra en una zona concurrida o ruidosa, el perro puede sentirse abrumado. Encontrar un espacio tranquilo donde pueda sentirse seguro puede mejorar su respuesta al ser cogido.
Limitaciones físicas y adiestramiento
Tenga en cuenta las limitaciones físicas del perro, sobre todo en el caso de perros mayores o con problemas de salud. Si no está seguro de cómo levantar a un perro debido a problemas de salud, lo mejor es consultar a un veterinario. Además, el nivel de adiestramiento de un perro influye en su comodidad a la hora de manipularlo; los perros adiestrados suelen responder mejor que los que no están acostumbrados.
Manipulación de cachorros
Cuando coja a un cachorro, sea especialmente cuidadoso. A menudo se retuercen y es posible que no entiendan la situación. Acérquese con calma y utilice ambas manos para sostener sus pequeños cuerpos. Acostúmbrelos gradualmente a que los coja durante breves periodos de tiempo antes de ampliar la duración a medida que se sientan más cómodos.
Estar atento
Preste siempre atención a las necesidades del perro una vez que lo haya levantado. Algunos querrán que los deje en el suelo rápidamente, mientras que a otros les gustará quedarse en sus brazos. Esté atento a su lenguaje corporal y a sus señales vocales. Si parece inquieto o empieza a retorcerse, colóquelo suavemente en el suelo. Este respeto fomenta la confianza.
Consideraciones específicas sobre la raza
Las distintas razas pueden tener necesidades de manejo específicas. Por ejemplo, las razas de pastoreo pueden sentirse más seguras cuando pueden ver su entorno, mientras que las razas de juguete pueden preferir una posición más mimosa. Adaptar su enfoque en función de los matices de cada raza puede mejorar sus interacciones.
Practique sus habilidades
Cuanto más interactúe con distintos perros, mejor sabrá leer su lenguaje corporal y comprender sus necesidades. Cada interacción es una oportunidad de aprendizaje que le ayudará a perfeccionar su técnica.
Crear vínculos
Levantar a un perro va más allá del acto físico; crea un vínculo. Este vínculo puede ser especialmente fuerte con mascotas que conoce bien. Levantarlos puede expresar amor y cariño, así que aborda la tarea con empatía y comprensión, reconociendo que cada perro merece respeto y consideración.