¿Por qué los perros se revuelcan en cosas apestosas?

¿Por qué los perros se revuelcan en cosas apestosas?

Muchos propietarios de perros han experimentado el momento en que su mascota decide revolcarse en algo desagradable, ya sean los restos de un animal muerto, estiércol fresco o cualquier otra sustancia maloliente. Este comportamiento puede dejar a los dueños perplejos y frustrados, sobre todo cuando el resultado es un perro sucio que necesita un baño. Reconocer las razones de este comportamiento puede ayudar a los propietarios a responder con empatía mientras controlan los hábitos de su perro.

Instintos ancestrales

Los perros, descendientes de los lobos, muestran comportamientos que se remontan a sus antepasados salvajes. En la naturaleza, los lobos se cubren de olor para enmascarar el suyo propio, lo que les ayuda a cazar. Cubriéndose del olor de su presa o de otros olores fuertes, pueden acercarse a los animales sin ser detectados. Aunque los perros domésticos no cacen de la misma manera, estos instintos siguen arraigados en ellos.

Señalización social

Revolcarse en sustancias apestosas también está relacionado con los comportamientos sociales y de comunicación de un perro. Los perros tienen glándulas odoríferas por todo el cuerpo, sobre todo en la cara y las patas. Cuando un perro se revuelca en algo maloliente, capta esos olores, que sirven como forma de señalización social a otros perros. Este comportamiento puede dar lugar a interesantes interacciones en parques caninos o entornos sociales, donde los perros se saludan olfateando e investigando los olores que han recogido.

Una perspectiva diferente de los olores

Los perros perciben el mundo en gran medida a través del olfato, ya que disponen de unos 300 millones de receptores olfativos, frente a los 5 millones de los humanos. Lo que para los humanos puede oler desagradable, para los perros puede resultar intrigante o incluso delicioso. Su perspectiva de los olores atractivos difiere mucho de la nuestra. Por eso, revolcarse en sustancias apestosas sirve no sólo para enmascarar su olor, sino también para explorar y disfrutar de su entorno a través de su agudo sentido del olfato.

En busca de atención

En algunos casos, los perros se revuelcan en cosas apestosas para llamar la atención de sus dueños. Los perros son perceptivos y aprenden rápidamente qué comportamientos provocan reacciones fuertes. Si revolcarse en algo maloliente provoca risas, enfado o una limpieza frenética, es posible que continúen con este comportamiento para provocar una respuesta.

Comportamiento lúdico

Para muchos perros, revolcarse en cosas apestosas puede ser simplemente una forma de juego. Los perros suelen adoptar comportamientos que pueden parecer tontos o inusuales desde el punto de vista humano. Sin embargo, estas acciones pueden resultarles estimulantes y divertidas. Mezclar una sustancia apestosa en su tiempo de juego puede aumentar su excitación, lo que permite la autoexpresión y una exploración alegre de su entorno.

Automedicación

A veces, los perros se revuelcan en sustancias fétidas como forma de automedicación. Este comportamiento puede deberse al deseo de disimular olores asociados a afecciones cutáneas o parásitos. Si un perro se revuelca con frecuencia en sustancias especialmente fétidas o muestra signos de irritación cutánea, es aconsejable consultar a un veterinario para descartar cualquier problema de salud subyacente.

Consideraciones de seguridad

Aunque revolcarse en cosas apestosas suele ser inofensivo, es esencial vigilar lo que hace su perro. Algunas sustancias pueden ser nocivas o tóxicas. Por ejemplo, algunas plantas, sustancias químicas o materiales en descomposición pueden suponer un riesgo para la salud de su perro. Estar atento al entorno de su perro ayuda a evitar sorpresas desagradables. Un poco de atención garantiza la seguridad de su perro al tiempo que le permite explorar su entorno.

Controlar el comportamiento

Cuando se enfrente a un revolcón apestoso, piense en cómo responder de forma que reconozca los instintos naturales de su perro a la vez que mantiene limpia su casa. Si su perro parece fascinado por una zona concreta, puede resultar eficaz explorarla con él y redirigir su atención hacia otros lugares más adecuados para revolcarse. Los lugares designados, como un foso de arena o una zona específica del patio, pueden satisfacer su deseo de revolcarse sin que intervengan sustancias desagradables.

El adiestramiento desempeña un papel crucial en el control de este comportamiento. Enseñar órdenes como «déjalo» o «ven» ayuda a redirigirlos antes de que tengan la oportunidad de revolcarse en algo indeseable. El refuerzo positivo, mediante golosinas o elogios, anima a los perros a adoptar comportamientos más aceptables, al tiempo que les permite disfrutar de sus instintos.

Adoptar comportamientos únicos

Aunque tratar con un perro que se revuelca en cosas apestosas puede ser frustrante, es importante recordar que este comportamiento está arraigado en sus instintos y tendencias naturales. Comprender las razones que hay detrás permite adoptar un enfoque más empático. Los perros son criaturas juguetonas y curiosas que disfrutan explorando su entorno de formas que pueden no coincidir con las preferencias humanas.

Las travesuras de su perro, como revolcarse en sustancias apestosas, contribuyen a su personalidad única. Aceptar estas peculiaridades refuerza el vínculo que comparten. Ya sea un juguetón revolcón en la hierba o un curioso olisqueo, cada momento es una oportunidad para conectar y comprender. La próxima vez que su perro decida revolcarse en algo desagradable, considere su perspectiva y el espíritu alegre que impulsa su comportamiento.