Enseñar a un perro a venir cuando se le llama es una de las habilidades más valiosas que puede aprender. Fomenta un fuerte vínculo entre usted y su peludo amigo, mejora su seguridad y permite disfrutar más de las aventuras al aire libre. Tanto si se trata de un cachorro juguetón como de un perro adulto, el proceso requiere paciencia, comprensión y constancia.
Crear asociaciones positivas
Empiece por establecer una asociación positiva con la orden. Los perros responden mejor a las recompensas, así que asegúrese de que acudir a usted sea una experiencia divertida y gratificante. Elija un lugar tranquilo con un mínimo de distracciones para ayudar a su perro a concentrarse. Tenga a mano sus golosinas favoritas -pequeñas, blandas y fáciles de masticar- para que pueda mantener la concentración.
Utilice una orden coherente, como «ven» o «aquí». La clave está en ceñirse a una sola palabra para que su perro aprenda a asociarla con la acción de venir hacia usted. Llame a su perro en un tono alegre; su entusiasmo le animará a responder positivamente. Si no está cerca, engatúselo suavemente con una golosina o un juguete.
Empezar con entornos controlados
En el caso de los cachorros, empiece en un entorno controlado, como el salón o el jardín. Si parecen distraídos, utilice un tono agudo o agite la golosina para llamar su atención. Cuando le vean, diga la orden y retroceda unos pasos para despertar su curiosidad. Cuando lleguen, llénelos de elogios y recompensas. Celebre este momento, ya que el refuerzo positivo aumenta la probabilidad de repetición.
Si su perro no responde enseguida, no se preocupe. La paciencia es vital. Mueva la golosina o el juguete para atraer su interés. Si sigue sin acercarse, intente acercarse más al principio y aumente gradualmente la distancia a medida que se sienta más cómodo. El objetivo debe ser siempre crear una experiencia positiva, así que evite regañarle por no venir.
Aumentar el desafío
Cuando su perro empiece a entender el concepto, aumente el desafío. Introduzca distracciones, como otras personas o mascotas, para que su perro aprenda a centrarse en usted a pesar de la excitación que le rodea. Practique en distintos lugares, como parques o patios traseros, para reforzar el comportamiento en diferentes entornos. Esto ayudará a su perro a entender que «ven» significa lo mismo independientemente de dónde se encuentre.
La constancia es crucial. La práctica regular es esencial, pero las sesiones de adiestramiento deben ser breves y agradables. Intente que sean de unos minutos varias veces al día, en lugar de sesiones largas e interminables. Las sesiones desenfadadas ayudan a mantener el entusiasmo.
Incorporar juegos y diversión
Dinamice el adiestramiento con juegos que impliquen la orden «ven». Por ejemplo, juegue al escondite. Pídale a alguien que sujete a su perro mientras usted se esconde cerca. Una vez escondido, llame a su perro. Cuando le encuentre, recompénsele con golosinas y afecto. Este juego refuerza la orden a la vez que añade un elemento de diversión al proceso de adiestramiento.
A medida que su perro responda mejor, practique en situaciones un poco más distractivas. Por ejemplo, intente practicar en un parque local con otros perros y personas alrededor. Utilice una correa larga si es necesario para mantener el control y, al mismo tiempo, dar a su perro libertad para explorar. Si se distrae, tire suavemente de él hacia usted mientras le anima a que se acerque por sí solo.
Crear distancia y confianza
Aumente gradualmente la distancia desde la que llama a su perro. Empiece con distancias cortas y vaya aumentando las distancias. Esto refuerza la idea de que siempre puede volver a usted, independientemente de lo lejos que esté. Si su perro vacila a distancias más largas, considere la posibilidad de utilizar un silbato o un sonido diferente que llegue más lejos, asegurándose de que este nuevo sonido se asocia con experiencias positivas.
Preste atención al lenguaje corporal de su perro durante la práctica. Si parece indeciso o desinteresado, evalúe la situación. Puede que esté abrumado por las distracciones o simplemente cansado. Si no responde positivamente, quizá sea el momento de practicar en un entorno menos estimulante.
Reforzar el vínculo emocional
Tenga en cuenta la conexión emocional que se crea a través del adiestramiento. El vínculo que comparten afecta significativamente a su disposición a responder. Pase tiempo de calidad con su perro fuera del adiestramiento, realizando actividades que le gusten, como ir a buscarlo o dar paseos tranquilos. Una relación más fuerte aumenta la probabilidad de que quiera acudir a usted cuando le llame.
Evite llamar a su perro por experiencias negativas. Si asocia la orden con algo desagradable, como meterlo en la jaula o poner fin a su tiempo de juego, puede mostrarse reacio a responder. Llámelo siempre por motivos positivos (tiempo de juego, golosinas o afecto) para reforzar la idea de que acudir a usted es algo positivo.
Vincular el adiestramiento con correa y la obediencia
Enseñar a su perro a venir con correa refuerza su comprensión de la orden. Cuando lo llame, tire suavemente de la correa para animarlo a acercarse a usted mientras le da ánimos verbales. Esto ayuda a establecer una conexión entre la orden y la acción de acercarse.
Incorporar un adiestramiento de obediencia básica también puede ser beneficioso, sobre todo para los perros testarudos o que se distraen con facilidad. Enseñarles órdenes como «siéntate» o «quieto» puede mejorar su concentración y capacidad de respuesta en general. Las habilidades aprendidas con estas órdenes pueden traducirse también en una mejor adherencia a la orden «ven».
Celebrar los progresos y mantener la motivación
Cada perro aprende a su propio ritmo. Algunos aprenden la orden rápidamente, mientras que a otros les lleva más tiempo. Sea paciente y positivo durante todo el proceso de adiestramiento. Celebre las pequeñas victorias y no se desanime por los contratiempos. La constancia y el estímulo son fundamentales para que su perro aprenda.
A medida que su perro responda con mayor fiabilidad a la orden «ven», considere la posibilidad de añadir señales que le indiquen que está a punto de ocurrir algo especial. Un tono juguetón o un sonido único, como una palmada o un silbato, pueden ayudar a diferenciar las llamadas casuales de las órdenes de adiestramiento, lo que facilitará que su perro entienda cuándo debe responder.
Incorpore la orden «ven» a su rutina diaria para consolidar el adiestramiento. Utilícelo durante los paseos, las sesiones de juego o la hora de comer. Llamar a su perro para pedirle comida o para iniciar un paseo refuerza la orden en contextos de la vida real, haciéndola más significativa.
Reduzca gradualmente el uso de premios a medida que su perro domine la orden. Utilice los elogios y el afecto como recompensa. Esto le enseñará que acudir a usted es gratificante en sí mismo, no sólo por las golosinas. Alcanzar un equilibrio garantiza que su perro siga motivado para responder incluso sin golosinas.
El viaje del adiestramiento
Enseñar a su perro a venir es un viaje que requiere tiempo, paciencia y comprensión. El vínculo creado a través de este adiestramiento mejorará su relación y aumentará la seguridad de su perro. A medida que aprenden a venir cuando se les llama, las aventuras al aire libre resultan más tranquilas, sabiendo que su peludo amigo está deseando volver a su lado.
Es esencial mantener un ambiente positivo durante todo el proceso de adiestramiento. Celebre cada éxito, por pequeño que sea, y siga siendo el mayor animador de su perro. Este enfoque fomenta un adiestramiento eficaz y refuerza el vínculo que comparte con su mascota. A medida que refuerce la orden, tanto usted como su perro podrán disfrutar de las recompensas de una relación fructífera basada en la confianza y la comprensión.