Bordetella es una infección bacteriana que afecta principalmente al sistema respiratorio de los perros, causada por la bacteria Bordetella bronchiseptica. Esta infección suele estar relacionada con la tos de las perreras, una enfermedad muy contagiosa que se propaga fácilmente en entornos donde se reúnen perros, como residencias caninas, parques caninos y peluquerías. Reconocer la bordetella, junto con sus síntomas, vías de transmisión y métodos de prevención, es esencial para cualquier propietario de un perro que desee mantener sano a su animal de compañía.
Transmisión y síntomas
Los perros suelen contraer la bordetela por contacto directo con animales infectados o a través de las gotitas que se transmiten por el aire al toser o estornudar. Este alto nivel de contagio hace necesaria la vigilancia de los signos y síntomas de la infección. Aunque la bordetela puede afectar a perros de todas las edades, los cachorros y los perros mayores suelen correr un mayor riesgo debido a la debilidad de su sistema inmunitario.
Entre los síntomas más comunes se encuentran una tos persistente que puede parecerse a un graznido, estornudos, secreción nasal, fiebre, letargo y disminución del apetito. También puede haber dificultad para respirar. Aunque muchos perros se recuperan de casos leves sin complicaciones graves, la bordetella puede provocar problemas respiratorios más graves, sobre todo en perros con enfermedades preexistentes o sistemas inmunitarios comprometidos.
Diagnóstico y tratamiento
Los veterinarios diagnostican la bordetella mediante exámenes físicos y revisiones del historial médico. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como frotis de garganta o radiografías de tórax, para descartar otras infecciones o afecciones respiratorias. El tratamiento se centra principalmente en el control de los síntomas, ya que la mayoría de los perros sanos se recuperan sin antibióticos. Sin embargo, en casos graves o en perros con problemas de salud subyacentes, puede ser necesario administrar antibióticos para tratar infecciones secundarias.
Medidas preventivas
La vacunación es una de las medidas preventivas más eficaces contra la bordetella. La vacuna contra la bordetella suele formar parte del calendario de vacunación rutinaria de los perros, sobre todo en los que están expuestos con frecuencia a otros perros. Puede administrarse como vacuna inyectable, intranasal o, en algunos casos, oral. Consultar con un veterinario puede ayudar a determinar el mejor calendario de vacunación en función del estilo de vida y el estado de salud del perro.
Una buena higiene en los entornos donde se reúnen los perros también es vital. La limpieza y desinfección periódicas de perreras, peluquerías y parques caninos ayudan a minimizar el riesgo de transmisión. Los propietarios de perros deben abstenerse de llevar a las mascotas a zonas concurridas si muestran algún signo de enfermedad. Mantener un sistema inmunitario sano mediante una dieta equilibrada, ejercicio regular y revisiones veterinarias periódicas ayuda aún más a prevenir la infección por bordetella.
Cuidados de un perro infectado
Si a un perro se le diagnostica bordetela, es fundamental aislarlo de otros perros hasta que se recupere por completo para evitar la propagación de la infección. Durante la recuperación, asegúrese de que el perro dispone de un entorno cómodo, agua abundante y alimentos nutritivos. Si los síntomas empeoran o surgen dificultades respiratorias, es esencial buscar atención veterinaria inmediata.
Promover la salud canina
La concienciación sobre la bordetella y sus efectos en los perros es vital. Ser proactivo con las vacunas, reconocer los síntomas a tiempo y mantener una higiene adecuada reducen significativamente el riesgo de infección. Compartir conocimientos con otros propietarios de perros fomenta un entorno más sano para todos los perros de la comunidad, contribuyendo a la salud y felicidad generales de nuestros compañeros caninos.